Estamos llegando a una era tecnológica, en la que vamos dirigidos en una espiral de evolución terriblemente rápida. Tendemos a hacer las mismas cosas pero con el menor trabajo posible, lo que nos permite abaratar costes y tiempos de ejecución.
La llegada de los teléfonos móviles como herramienta de trabajo, ya es relativamente reciente, pero hay quien piensa que es mejor mantener las tradiciones a pesar de la evolución. A esto se debe por ejemplo, ¿debería sustituir el dictado por voz al teclado tradicional?
En eso estamos de acuerdo, la voz, por norma general, es mucho más rápida que el movimiento de los dedos, y no todo el mundo sabe escribir bien en un teclado, por no decir, la inmensa mayoría. Pero sostenemos que pese a que el dictado sea más veloz que el teclado, el teclado, seguirá ganando la batalla, pues es un sistema que permite tener pausas mientras pensamos, que normalmente no se equivoca, y que se puede hacer en silencio.
El dictado por voz, evidentemente es mucho más rápido pero tiene el inconveniente de que si por ejemplo, nos encontramos en una oficina con otros 20 trabajadores, el ruido que se genera, al utilizar todos, el dictado por voz, sería terriblemente estresante para todos. Pero hay empresas que han sabido sacar mejor partido a este tipo de estrés, y para ellas supone una herramienta indispensable de trabajo. El objetivo es que cuanto más ruido haya, mayor será la concentración de los trabajadores para realizar su trabajo y por lo tanto, la efectividad aumenta.
La dura batalla entre el teclado tradicional y el dictado por voz, seguirá estando día a día, a la par, sin que uno sobresalga más que el otro. Pues ambas herramientas, seguirán existiendo hasta que se invente un sistema que permita escribir sin tener que articular palabra, el día en que ese dispositivo periférico entre a formar parte de nuestras vidas, ese día, será el fin de esta batalla entre teclado tradicional y dictado por voz.